Buenos y lluviosos días, hoy me encuentro con día libre y con bastantes ganas de actualizar el blog sobre las lecturas recientes. El libro que a continuación les describiré recién lo he terminado hace un par de días, cierto es que, tenía bastante en mi estantería, pero como tenía ganas de leer algo bueno, que sabía que me iba a gustar, un clásico, me decidí a por él. Les dejo el argumento a continuación.
El 1984 de George Orwell es un libro espantoso, que, normalmente, hace estremecer a los quee lo leen. Sin embargo, no ha producido el efecto que, sin duda, pretendía su autor. La gente precibió que Orwell estaba muy enfermo cuando lo escribió y, realmente, murió poco después. Le resulto casi agradable el frisson que los horrores del libro le proporcionaban, y pensó: "- Bien, como es natural, todo no será tan malo como lo pinta, a no ser en Rusia. Es evidente que el autor gozaba con lo tétrico. Como gozamos nosotros, siempre que no lo tomemos en serio."
Habiéndose tranquilizado con esto, con estas fáciles falsedades, la gente prosigue en su labor de hacer que se conviertan en realidades los pronósticos de Orwell. Poco a poco el mundo se ha ido acercando a la realización de las pesadillas de Orwell; pero como ese acercamiento ha sido gradual, nadie se ha dado cuenta de lo lejos que se ha llegado por esa ruta fatal. Introducción por Bertrand Russell,1955.